Crea buenas historias para tu diseño instruccional
¿Cómo le enseñarías a alguien a escribir historias cautivantes?
Cómo produces una historia así de buena como es “Cien años de Soledad” de García Garquez o “El Quijote” de Cervante y la haces real para tu audiencia.
Además, cómo puedes desbloquear este poder para implementarlo en los cursos en línea que te encuentras diseñando. Y crear cursos tan memorables como leer una gran novela o ver una serie de televisión tan cautivante como lo fue Breaking Bad o Game of Thrones.
El poder es el diseño de la historia en sí. No como está producida sino como fue diseñada desde la narrativa.
Si la historia es buena, será probablemente tan poderosa como si tuvieras una experiencia de realidad virtual.
Puedes crear personajes escenas y conflictos en la mente de la gente.
No importa si son personas y lugares verdaderos, o caricaturas, por que lo que realmente va a llevar a la historia va a ser el diseño de esta.
Las historias cambian la cultura de entrenamiento de las empresas y de enseñanza en las escuelas.
Cuando alguien dice que su contenido es demasiado serio para convertirse en historia, podemos decir que está confundido con lo que el método de las historia ofrece.
A continuación exponemos.
- Que implica diseñar de historias
- Crea historias a partir de los elementos con los que trabajas.
- Diseña historias para tu diseño instruccional.
El diseño de historias es super compatible con el ser humano
Existen una serie de predisposiciones que el desarrollador debe de notar antes de enfrascarse en cualquier tipo de narración:
Primero tiene que recordar que todas las historias se cuentan desde un punto de vista por lo que tiene que ir a ver qué es lo que está sucediendo exactamente.
La normas aplicadas sin entenderse como principios resultan para el receptor como un dato ajeno y de poca relevancia semiótica.
Tomemos el ejemplo de las reglas en el ambiente de trabajo:
En general estas tratan de prohibiciones y responsabilidades de la manera más sobria posible. Digamos que el hemisferio derecho recibe claramente la información pero ésta no logra integrarse porque en realidad el receptor necesita obtener un sentido significativo de lo que le estés presentando para que realmente lo internalice.
En conclusión, los objetivos que justamente carecen de actividad son deficientes.
Los objetivos que carecen de actividad y pugnan por la pasividad son inútiles. “No quiero que hagas esto, no quiero que hagas aquello”. Las personas lo ignoran cuando en realidad es importantisimo.
Lo maravilloso de las historias es que son memorables y te preparan psicológicamente para tomar acciones y decisiones mientras que observas a alguien más hacerlas.
Cuando cuentas una historia y preguntas que se habría tenido que hacer, etc… las personas crean esta sensación de realidad simulada que no obtienen cuando les dicen a los empleados que no hagan ciertas cosas. Se abtraen en su pensamieto en el entorno y la tama que les propones.
Piensa en la radio, que deja más espacio al receptor para que imagine las historias comparado a la televisión. Este espacio para la imaginación es aún más poderosa en los libros.
Gracias a estas experiencias de escuchar historias, nosotros mismos llegamos y rellenamos todos los espacios vacíos sin siquiera darnos cuenta.
Por otro lado, si pensamos en como los seres humanos se desarrolla hay que pensar en sus deseos para crear un punto medio entre lo que estás ofreciendo y lo que el quiere absorber. Ese punto medio se llama la historia.
Cuando un niño nace, lo primero que necesita y demanda es seguridad y amor, y en cuanto es capaz de expresarse lo primero que pide es que le cuenten historias por que instintivamente percibe una expansión de su realidad a partir de estas.
Por otro lado, si tienes claro qué es lo que quieres decir y expresar y tienes confianza acerca de quién eres entonces tendrás claro cómo escribir la historia que tienes enfrente porque podrás observar la verdad universal que puede subyacer bajo el tema que manejas. Entonces eres capaz revelar al receptor posiciones, valores y principios que antes no había visto y le vienen a enriquecer el mundo por lo que a la ves conecta con lo que se está contando y como se esta contando y como esto es un claro reflejo de el mismo.
Pero si no tienes relativamente claro quien eres y qué te gustaría darle al mundo, será complicado.
¡Por lo que tener una base de diseño instruccional preestablecida para contar historias es simplemente ideal!
Al introducir a la audiencia dentro de la mente de un personaje para que respondan a la pregunta escenificada, les permite ver su propia situación desde otro punto de vista.
incluso permite que en grupo se potencialice el aprendizaje, puesto que iremos aprendiendo de las soluciones desarrolladas por uno o por otro de una manera inesperada y creativa.
Cuando una historia está bien diseñada, se queda en tu mente y puedes sentir la diferencia entre el antes y el después. Una buena historia te cambia.
Es por eso que si la historia es suficientemente poderosa (bien diseñada), hace que la regla se internalice en forma de principio dentro de la audiencia..
Para entender por qué es que las historias funcionan así hay que pensar en cómo recordamos información en general.
Para el cerebro es complicado recordar el contenido exacto e información puntual, pero recordamos muy bien el contexto. y nos ayuda a recordar la información real pero dentro de su deseo de actuar de esa manera.
Para lograrlo tenemos que poder sintonizar con los valores humanos fundamentales.
Tendremos que entender que de hecho la vida no es ni negra ni blanca sino gris, de la misma manera es preferible que las historias se construyan de la misma manera, gris y matizada.
¿Cómo comunicamos las ideas a los demás? Que es lo que realmente les queremos decir.
Esta pregunta es la más importante para los diseñadores que quieren compartir sus ideas a sus compañeros y usuarios de los diseños.
El storytelling es particularmente efectivo porque genera una resonancia emocional con las personas y tiene un efecto empático que a la vez repercute en la internalización de los valores de la historia en los espectadores.
Entonces la pregunta es ¿Cómo podemos introducir elementos que hacen a una buena historia, independientemente de sobre que trate?
En realidad si hay una fórmula que te permitirá entender cómo hacer una buena historia, pero también, esto es una agilidad que se tiene que desarrollar, es una habilidad.
Entonces no hay duda que para hacer buenas historias, tendrás que entrenar e invertir esfuerzo, pero no te preocupes, vas en la buena dirección.
En el siguiente capítulo vamos a destacar cómo construir buenas historias y qué elementos deben de poseer. A la vez, entenderemos como podemos usar los que ya estás utilizando como diseñador instruccional, para crear personajes, conflictos, retos y desenlace.
Los pilares fundamentales de una buena historia
Personajes y protagonistas.
Cuando obtenemos un personaje con el cual la audiencia se puede identificar La audiencia tiene que poder reflejarse en el protagonista.
Para crear personajes que se puedan relacionar con la los estudiantes, necesitamos primero estudiar y describir el comportamiento motivación personalidad y perfil de la audiencia que se intenta alcanzar.
Si conoces a tu audiencia, entonces sabrás escoger un buen personaje.
Por ejemplo, para un manager, o para un un gran grupo de empleados. Deberás de manejar diferentes personajes.
El tipo de personaje que escojas, tienes que saber quien es tu audiencia.
Y esa es la clave,
¿Quién es tu audiencia?
¿Qué quieres que hagan?
¿Cómo quieres que piensen y por qué?
¿A qué le tienen miedo?
¿Qué desean? (espiritualidad, honor, respeto, conocimiento, aceptación social, satisfacción material, necesidades básicas)
¿Qué les puedes aportar o afirmar en su percepción de la vida?
Estas preguntas responderán a la construcción y profundización de tus personajes.
2. Conflicto
Las historias que no muestran un conflicto no generan interés.
Si no existe un problema no existe nada que solucionar y por lo tanto nuestro cerebro no se ve atraído hacia nada.
Hay que tener un fuerte conflicto, y este tiene que provenir de verdaderas situaciones reales.
Tenemos que entender que CUALQUIER contenido puede ejemplificarse bajo la forma de un conflicto. Toda enseñanza tiene como objetivo llevar a cabo la superación de algún tipo de dificultad.
Encontramos 4 tipos claves de conflicto que podremos usar para imponer las problemáticas en la historia:
- El hombre contra sí mismo.
- El hombre contra el hombre.
- El hombre contra la naturaleza.
- El hombre contra la sociedad.
El Arco Narrativo
Precisa de un principio, medio y desenlace final.
Las historias no tienen que terminar en el punto de clímax, necesitan contar con un desenlace.
Continuamente la historia tiene que enganchar al usuario por medio de subidas y bajadas que enfrente el personaje en dónde requiera la utilización de habilidades especificas para obtener la victoria y satisfacer su curiosidad acerca del desenlace.
Además de estos elementos activos de la historia tenemos que obtener elementos secundarios aparentemente pasivos pero que sin ellos no logramos darle una verdadera coherencia a la narración:
La ambientación
Donde se desarrollan las acciones y personajes de la historia, de dónde vienen y a dónde van.
La trama
Define de manera general qué es lo que está sucediendo en la historia en ese momento.
El tema
El tema tiene que dirigirse concretamente hacia nuestros objetivos de aprendizaje y abordarlos todos. Acerca de este es de lo que se vana tratar los conflictos, y también las razones más profundas que llevan a los personajes hacia sus deseos.
Por ejemplo, el tema de Pedro y el Lobo de Serguéi Prokófiev puede ser que cuando se miente de más, la gente ya no confía uno y estar solo puede tener las peores consecuencias.
Narrar una experiencia como una historia para transmitir la información es una metodología que no le da lugar a la suerte para cautivar a tu público meta. Es contundente.
Es por eso que el diseño instruccional necesita estar sustentado sobre el diseño de historias.
Es una manera de proceder que si está bien realizada no puede fallar puesto que “manipula” el cerebro en su nivel más primitivo para captar su atención y compromiso.
3. Cuando el diseño de la historia es el esqueleto del diseño instruccional
La audiencia tiene que poder reflejarse en el protagonista para que cuando surja un conflicto entonces el cerebro genere automáticamente un deseo por la resolución. Este deseo mantendrá el cerebro prendido y cautivado y listo para inventar soluciones creativas
Recuerda esta fórmula: Un personaje relacionable + Un fuerte conflicto = Deseo por la resolución
Y ¡BUM! de pronto tu audiencia está lista para pensar en cómo tomar acción.
Interésate por tu audiencia y haz la historia lo más vivida que puedas.
Aprende a apoyar tus datos con historias. Necesitas acercarte fuertemente a los expertos en el tema y a los interesados por implementar un sistema de entrenamiento. Así puedes observarlos y entender que historias necesitan. Así como cuando sabes que tipo de historia quiere un niño que le cuentes.
Sin encontrar las acciones que quieres que ellos generen no existe un entrenamiento, a la vez, si no identificas la realidad que se desarrolla al momento de accionar, no habrá historia. Los personajes del ambiente realista tienen que estar en conflicto y resolución continua. Con esas acciones la audiencia empezará a preguntarse por qué hace esas cosas y por qué las hace como las hace.
Cuenta primero una historia y luego ya puedes proceder con diapositivas que enriquecen esta historia para que después de la carencia que generan las preguntas, la información les resulte atractiva y útil para rellenar los espacios vacíos en el deseo de resolución.
Así llevarás a tu aprendiz hacia las acciones correctas. Es el equivalente digital a la escenificación del entrenamiento tradicional pero ahora usando la tecnología y potencializando más allá el curso gracias a esta y al poder de diseñar una gran narración.
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