Aprendizaje en adultos mayores

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El pasado 29 de diciembre el New York Times publicó un intersante artículo sobre el aprendizaje en adultos mayores desde la perspectiva de la neurociencia.

Según el artículo, escrito por Barbara Strauch, muchas creencias – como que para la vejez hemos perdido el 40% de nuestras neuronas, o que el cerebro ya no se desarrolla después de los 40 – han resultado falsas.   Neurocientíficos han demostrado que el cerebro sigue siendo plástico y con capacidad de aprender hasta mucho más allá de los 70 años de edad (siempre y cuando continuemos ejercitándolo).

Sin embargo, quienes ya pasamos de los 40 no aprendemos igual que antes.  Por un lado, nos cuesta más trabajo concentrarnos (el artículo dice que entramos en modo “default” lo cual significa que empezamos a soñar despiertos) y nos cuesta más trabajo recordar cosas concretas; pero por otro lado, somos mejores para ver “the big picture”, o “el bosque y no sólo los árboles”.   El cerebro maduro sigue construyendo circuitos neuronales para reconocer patrones, y por tanto encontrar el significado o incluso encontrar soluciones a problemas más rápidamente que un cerebro joven.

De acuerdo al artículo, los investigadores han encontrado que la mejor manera para que los adultos maduros aprendan – y la mejor manera de ejercitar sus cerebros – es cuestionando supuestos largamente establecidos para ellos, y haciendo cosas nuevas.   Al cuestionar supuestos se ejercitan circuitos neuronales que llevan mucho tiempo establecidos, y se crean nuevos.

Las implicaciones para el e-learning son muchas. En primer lugar, la idea de que los adultos maduros y mayores no puedan aprender a usar e-learning o a usar la computadora resulta totalmente equivocada, e incluso inversa a lo que deberían hacer: aprender cosas nuevas.  Aunque les tome un poco más de tiempo, aprender a usar la computadora es justamente el tipo de ejercicio que el cerebro maduro necesita.

En segundo lugar, los cursos en línea dirigidos a adultos mayores deberían invitarlos a reflexionar y debería, idealmente, partir de cuestionar supuestos que los adultos ya tengan, con el fin de estimularlos y facilitar el aprendizaje.

La experiencia de TAEC muestra que, efectivamente, no hay ningún impedimento real para que personas maduras o mayores utilicen el e-learning como medio de aprendizaje.

El artículo completo del New York Times se puede consultar aquí.

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